La semana Santa comienza con el domingo de Ramos. Esta celebración tiene mucho de humano, parecería que conviven el entusiasmo de su llegada:"Bendito el que viene en nombre del Señor", con el dolor de la traición y la cercanía de la muerte.
No son dos caminos paralelos, que dejarán al hombre en la incertidumbre, sino que será Jesucristo con su muerte y Resurrección quien nos dará una respuesta definitiva: " la muerte ha sido vencida", es la expresión gozosa del triunfo de la Pascua, que se convierte en certeza y esperanza para el cristiano.
Lo reciben con palmas, lo saludan, ven el triunfo esperado. La procesión en la que participamos , es el camino que vamos a recorrer con Él. Los ramos no son , como un talismán, ni un simple objeto bendito, sino el signo de participación, y expresión de la fé. Mesías y Señor que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres. Por eso este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del misterio Pascual.
No caminamos a tientas, sino bajo la luz y la fuerza de Jesucristo.
Invitemos a nuestra familia a celebrar la Semana que se inicia con el domingo de Ramos. Y al colocar el ramo bendito en nuestra casa, nos recuerde todos los días, el infinito amor que Jesús nos tiene.!
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