Esta Resurrección del Señor, debe luchar con nuestra incredulidad, nuestras preguntas , nuestra pequeña Fe.
Resurrección solo aceptada y amada dentro del misterio de la Fe. Como dice San Pablo, si no creo en la muerte y resurrección de Jesús, vana es nuestra Fe.
La Iglesia nos prepara en estas semanas para la Ascención del Señor y la venida del Espíritu Santo.
Y del desánimo de la cruz,que nos hace hace sentir desprotegidos y desanimados, tristes y solos, porque nuestro Salvador, está muerto, empezamos a recorrer un camino de meditación, de recuerdo de sus palabras y sus acciones, de sus milagros y de su amor.
¡Ánimo!El Señor ha subido, pero no nos ha dejado! Está siempre con nosotros! Se quedó en la Eucaristía, en su Palabra y en el hermano.
Él ha resucitado!!!
Aleluya!! ¡¡Aleluya!!!
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