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domingo, 6 de septiembre de 2009

¿Quién me mando meterme en esto?


"Yo para esto no sirvo...para esto ya hay otros...O quien me manda a mi meterme en esto?.Habría que contestarte: el mismo Cristo..."Resulta que el ruego de Cristo se dirige a todos y a cada uno de los cristianos.Nadie esta dispensado:ni por cuestiones de edad,ni de salud,ni de ocupación,de estado o cultura.No existen excusas de ningún género.O producimos frutos de apostolado,o nuestra fe será estéril.
El Señor ha querido contar con la ayuda "pequeñita de sus hijos"El Rey de Reyes ha querido fiarse de los hombres.El sabrá por que.
Cuando el Señor toma una naturaleza humana sin dejar de ser Dios,forma un pequeño grupo de discípulos.No lo constituyen ángeles ni titanes .Son pescadores,unos pocos campesinos y algún comerciante.
Y en torno a ellos se agrupan personas sencillas que,como nosotros hoy,a veces se entusiasman y vitorean a Cristo,y en otras ocasiones lo abandonan porque es mas fácil seguir las cosas del mundo que comprometerse con El Señor.
Pues bien,a todo este pueblo que forma la Iglesia de entonces y a todos nosotros que formamos la Iglesia de ahora,a todos,y no solo a unos pocos,nos dice y nos vuelve a repetir que somos el Resto en el que Él confía para salvar al mundo entero.Humanamente nos preguntaremos...pero¿que somos para tantos millones de habitantes de la tierra?Por eso nos hemos de ver como una pequeña levadura que está preparada y dispuesta para hacer el bien a la humanidad entera,recordando a San Pablo:"un poco de levadura fermenta toda la masa".(Cor.5,6).
Entérate,la Iglesia no es un reducto para privilegiados.Nada de mentalidad superior,espíritus separados o grupitos...nada de pensar que son personas puras,selectas,contemplativas,angélicas,las que,colgadas del techo del mundo,para no mancharse con el barro de las calles,van resolviendo los problemas de la muchedumbre.
La Iglesia esta formada sencillamente por por cristianos,como vos y como yo,que si caen ,se levantan y reeprenden la marcha. Somos hombres y mujeres de Cristo que quieren llevar su vocación metidos hasta las cejas en los quehaceres,apuros,afanes y preocupaciones de todos los mortales. A este Resto podemos pertenecer todos.Todos podemos ser pescadores´todos levadura,todos sal,todos luz y todos fuego. El mundo cambiara si colaboramos con Cristo revelando su mensaje.
Comprendamos que el llamado es a TODOS. El SI a Jesús depende de nuestra libertad.
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