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miércoles, 23 de julio de 2008

La emoción de la monotonía

Si colocas a un niño sobre tus rodillas y lo balanceas arriba y abajo por tres ocuatro veces, el niño, como está lleno de vida, gritará:" otra vez, otra vez!".

Si le relatas un delicioso y apasionante cuento, aunque sea de miedo, te dirá:" cuéntamelo otra vez!"

Cuando en los primeros días de la Creación Dios vió abrir el cáliz de una rosa, no pensó que éste sería un mundo monótono si los rosales continuaban produciendo rosas hasta el final del mundo. Y a Dios Todopoderoso puedo imaginarlo con el gozo propio del niño diciendo cada mañana al sol: "otra vez, otra vez!". Y a cada primavera diciendo a las margaritas " otra vez, otra vez!"

Cuando Jesús el Hijo amado vino a la tierra, debía enseñarnos el gozo, la alegría de la repetición.

Su vida fue una hermosa monotonía.

- treinta años obedeciendo, no un día.

-tres años enseñando........ no un año

-tres horas redimiendo....... no una hora.

La monotonía de la bondad...si alguno te hiere en una mejilla, muéstrale tambien la otra.

La monotonía de la misericordia..¿cuántas veces debo perdonar?...hasta 70 veces 7..

La monotonía del sacrificio: "Hagan ésto en memoria mía".

La monotonía de los Milagros...

Tú, mujer, esposa, madre,ama de casa y apóstol, después de haber cumplido tu misión día tras día, semana trás semana, año trás año, en un esfuerzo constante para hacer tu vida realizada plenamente en el amor, puedes preguntarle al Amor que es Cristo ¿qué debo hacer Señor?

Entonces recuerda la hermosa lección de la monotonía redentora, y dite a tí misma:

Haré ésto otra vez con amor, porque yo estoy redimiéndome y redimiendo a mi familia, como Cristo el Amor, redime a su Iglesia